lunes, 30 de noviembre de 2009

La trinchera de la Masía


José Samano EL PAÍS


La escuela azulgrana es más prolija de lo que parece. El sello lo ponen Xavi e Iniesta, con Messi de paréntesis, pero hay más caladero. Tan guapo es el Barça de Guardiola que cuesta reparar en los chicos de la trinchera, injustamente relegados tantas veces como simples teloneros. Ayer fue su día, el día de la trinchera de La Masía, en la que también se acunaron Víctor Valdés, Puyol y Piqué. Ellos fueron los guardianes de un Barça que tuvo que ponerse el mono para contener al Madrid más exigente de la temporada. El partido supuso una mutación de papeles: lo mejor para los azulgrana fue el marcador; para su conspicuo adversario, la imagen. De tal contradicción nadie salió más fortalecido que los tres pretorianos de la defensa local, que, a falta de los violines, descorcharon al Madrid con un excelente dictado defensivo.


De entrada, Valdés, que no hay gran cita en la que no se entronice, ya sean las finales europeas de París y Roma o los clásicos, donde lo mismo cierra a Drenthe que a Cristiano, al que ya martirizó en la última final de la Liga de Campeones. A la gran respuesta de Valdés se sumaron con creces los dos centrales, que sostuvieron al Barça en un partido que exigía otra partitura. El Madrid fue un trueno y logró, durante muchos minutos, desnaturalizar a su rival, pero entonces irrumpió un equipo desconocido, una novedosa versión del punto estajanovista que tiene el campeón, que siempre, en su luminosa trayectoria con Guardiola al frente, se sintió más dispuesto para lo fino que para lo grueso.

El magisterio de Piqué y Puyol mantuvo al Barça a la espera de Ibrahimovic. Y, de paso, dejó al Madrid en la sala de espera del gol. No tuvo más tajo Valdés porque el capitán y su aliado fueron un dique insuperable. Tres cruces puyolistas frustraron a Marcelo, Higuaín y Benzema a un centímetro del gol. No es que el Barça viviera la noche con el cuello anudado, pero el Madrid le discutió la pelota, estrujó el Camp Nou y tensó el partido de forma extraordinaria. Sólo el Chelsea, en la pasada semifinal europea, logró examinar de tal forma a la zaga barcelonista. Otra gran noticia para el Barça: tiene otros registros.

Del Madrid hubo huellas más que interesantes. Cayó de nuevo ante un grande, como ya le sucediera frente al Sevilla y el Milan, pero se mostró extraordinariamente competitivo. No tuvo arrugas y, como rápidamente recordaron sus ejecutivos, mejoró su imagen. Esquivo el marcador en esta ocasión, el espejo fue el reclamo. Falta le hace a un equipo en proyección que ha esgrimido como coartada los resultados. Ayer, merecidamente, se aferró a su buen papel ante un contrario tan cuajado. El Barça está; el Madrid está por llegar. En buena medida depende de Pellegrini, que, con el cesto al completo, deslizó un mensaje a Benzema, reculado al banquillo tras haber descansado también ante el Zúrich. Nada bien sentó la titularidad a Higuaín, invisible en el Camp Nou. Cristiano se fue cuando era más necesario; Ibrahimovic entró puntual, cuando Messi ya estaba sin depósito. Dos formas de gestionar los recursos que admiten todo tipo de debates, incluso los más ventajistas, aquellos ceñidos al resultado final. Más allá de la pizarra y las sensaciones de Pellegrini, el Madrid se demostró que puede grapar las filas, que no siempre hay que partirse por el eje, que tiene muchos jugadores con la pierna fuerte y otros con el martillo a punto. Para Pellegrini y sus chicos el encuentro debería ser un punto de inflexión, el modelo a seguir en la búsqueda de esa excelencia resultadista que su presidente tiene como objetivo.

Para el Barça fue un ejercicio de madurez. Los campeones tienen partidos en los que la victoria es un título, en los que el adversario obliga y neutraliza algunos de tus mejores valores. El Madrid lo hizo de forma encomiable; el Barça replicó por una vía que habitualmente no acentúa, pero que tiene un valor inmenso: la trinchera de La Masía.

jueves, 19 de noviembre de 2009

Irlanda robada en París


Minutos finales de la prórroga en Saint Dennis, Francia amargada por el ciclón verde que dobleó el partido e igualó la eliminatoria. La Francia de Platini a punto de quedar fuera del Mundial de Sudáfrica, cuando de repente, en la misma jugada, hay un fuera de juego de Squillachi y una doble mano de Henry, en el barullo marcó Gallas. Platini contento respira hondo, y en Irlanda cunde la desolación humillante. No hay palabras para calificar lo que algunos medios de comunicación ya han categorizado la jugada como uno de los mayores robos de la historia del fútbol.

martes, 3 de noviembre de 2009

AC Milan - Real Madrid, heridas de guerra

foto MARCA

A priori me daba igual quién ganara, pues soy casi tan opuesto al Madrid como al Milan. Así que me centré en ver el partido sin pasiones, mucho más objetivo que en el Inter-Barça. Así que voy a ser más esquemático y citaré las conclusiones que se me han ocurrido a bote pronto.

1- Qué Milan tan malo y acabado. Tanto como Dida que es un paquete de portero.

2-Ronaldinho sólo está un poco mejor de lo podrido que estaba, pero ni la mitad de lo que fue en Barcelona.

3-Inzaghi es el mejor tronco que he visto en saber estar siempre a la altura de las circunstancias. Tuvo un gol, pero falló, pero a sus 37 años sigue cogiendoles la espalda a las defensas rivales.

4- El Madrid sigue poniendo velas a San Iker.

5-Ver que se la juega en San Siro y con Marcelo de estilete izquierdo es para empezar a pensar que el fortunón que gastó Florentino en verano sirve para lo mismo que le llevó a ver la matrícula del Barça. Al menos se vió por fin otro Sergio Ramos.

6-En la batalla de San Siro, el superclase equipo blanco alinea a dos delanteros de menos de veintimuypocos años, el pibita y el nuevo Ronaldo.

7-Que mala suerte ha tenido el ex levantinista Storari, que le pilla en el dique seco el escaparate de venderse en España cuando era indiscutible en la portería rossonera, es la diferencia de en verano, libre de contrato, fiche por un Livorno y no por un Sevilla por ejemplo.

8-En la Castellana empieza a templarse la yugular de Florentino que ha dejado de tragar y escupe en la prensa extranjera, vía perfectamente estudiada por García Farreras que es quien manda en ésto.

9-El sábado se cruza el menguante Real con el Creciente Atlético de Quique, que ante el Chelsea ha hecho temporalmente las paces con su gente.

10-El madrid de Floren ya no depende de sí mismo para ganar la Champions del Bernabéu, en Marsella se verá, quien sabe sin Cristiano, que aún no está recuperado de su lesión.