foto MarcaSe cierra el telón de una jornada muy convencional, donde la noticia estuvo fuera de los campos de fútbol, la podéis encontrar en Brasil, y a cuatro ruedas. Hamilton se ha convertido en el campeón más joven de la historia, sin más comentarios.
En fútbol, que es lo que nos compete, el Real Madrid perdió dos puntos en Almería, donde perdió también la sensación que tiene el pintor en su mano en los días de arte. El partido estuvo a punto de ser remontado por los rojiblancos que le dieron un repaso a un Madrid que deja muchas dudas. El Barcelona ha metido la directa, y es líder demasiado pronto. Muchos temían que cuando cogiera el liderazgo sería para no soltarlo, aunque cualquier culé hubiera preferido que esto ocurriera en la segunda vuelta. El Valencia se ahogó en su inundada casa, y el Sevilla en el fresco otoño vallisoletano que escribió tantas veces Zorrilla. El Villarreal tapó la boca a sus propios bostezos copistas ganando fácil en la Catedral.
En Inglaterra, los Spurs sin Juande ya tutean a los grandes, y en una semana dos victorias y un empate en campo del Arsenal, ésto deja claro que el problema no era Juande, sino que los jugadores no colaboraban como lo están haciendo ahora.
En Italia, lo que otrora era habitual, para mi es una sorpresa que el Milan de Ronaldinho sea líder. Ganó a un buen Napoli en el último minuto, la Juventus empuja al pozo a la Roma y el Inter sigue muy lejos de su nível, que por potencial de su plantilla, debería ganar el scudetto en Semana Santa.
Nada que no sea raro en un lunes de reposo del cuero, por eso vamos a dar protagonismo a Manolo Preciado y su Sporting de Gijón, que lleva 5 victorias consecutivas si contamos la de Copa. Ayer remontando a un hueso numantino. Los rojiblancos han pasado de ser el hazmereir inadaptado, a demostrar que el buen trabajo no se había diluido como un azucarillo. De sobra sabemos que Manolo Preciado huye de euforias, pero coger pronto velocidad punta es vital para llegar a los cuarenta y tantos puntos necesarios para salvarse, pero cuanto antes se coja buena velocidad de crucero, mejor. La historia de la liga siempre guarda un hueco para quien se quiera colar entre los grandes, y es frecuente ver un modesto arriba y jugando en Europa. El Mallorca de Cúper, la Real de Denoueix, el Betis de Serra, el Osasuna de Aguirre, el Celta de Lotina o el Rácing de Marcelino la pasada temporada son muchos ejemplos para que sólo hablemos de nueve escasos años. Gijón merece un año de alegría relajada, la de segunda es tensional. Un año de goce de su castigada e inmejorable afición, y Preciado es don Pelayo en la reconquista de su historia.
Para el final, una mención negativa. El Depor debió tirar el balón fuera en la jugada de su primer gol. Es obvio cuándo se pierde tiempo y cuándo hay daño, y ayer dos jugadores heliopolitanos chocaron sus rostros, y los dos quedaron noqueados, demasiada ventaja como para desaprovecharla pensaron los coruñeses. Mala marcha Lotina.