Periquitos y Granotas

Caszely en Sarrià, 1976

Siempre se ha convenido decir que el sinsabor de la ubicación de estos equipos convertidos en minorías casi irrelevantes les ha unido y semejado a lo largo de la historia. Ambos, segundos equipos en fidelidad y casi insignificantes en número comparado con sus vecinos, han tenido el mérito de encontrarse a sí mismos en la robusta idiosincrasia del pequeño, nada acomodado que responde a zarpazos ante el nombre de su rival por cualquiera pronunciado. Pero esto es pura sociología del equipo pequeño en cuanto a representación social, deportivamente empero no tiene menos mérito con menos dinero construir equipos competitivos y a la vez de éxito, basándose únicamente en los aspectos cantera y fichaje. La primera bien cultivada y los fichajes prudentes que deben maximizar el número de aciertos. Caszely es un ejemplo de ambos equipos. El Gerente llegó al Levante en 1973 a cambio de 8,5 millones de pesetas de la época y durante 3 años fue un acierto traducido en goles y gestos malabares con el balón que le valieron el apelativo del Rey del Metro Cuadrado. Tres años después y por casi el triple, Caszely fue vendido al Espanyol de Manuel Meler por casi 23 millones donde acabó la década antes de volver a su equipo de siempre, el Colo Colo chileno.